Proyecto educativo
Este documento resuelve el proyecto de SM, un agente cultural y educativo que interviene en la sociedad a través de dos grandes mediaciones: la actividad empresarial del Grupo SM y los programas de la Fundación SM. ¿Cuál es el propósito de nuestro trabajo? ¿Qué fuentes nos inspiran?
Educación y utopía son inseparables, porque una no puede caminar sin la otra. La educación ayuda a materializar los ideales que defienden la utopía, a progresar hacia un mundo mejor. Es el gran motor de transformación de la persona y del mundo. Por eso necesita un proyecto, un horizonte de esperanza hacia el que avanzar.
Un proyecto educativo sirve para caminar, para movernos hacia una idea de persona y de mundo soñados, para cuidar la educación y orientarla hacia el bien común para un mundo mejor. El cuidado no es aquí una acción orientada a preservar el pasado, porque en un cambio de época como el que vivimos, los viejos remedios no son útiles. Tampoco es una forma de adaptarse al cambio, porque en un mundo tan acelerado, las respuestas suelen ser soluciones a problemas pasados. Entendemos el cuidado como un movimiento de anticipación que permita crear nuevos escenarios de futuro en los que todas y todos quepamos. Cuidar, por tanto, no es preservar, sino transformar. Cuidar la educación es desarrollar todo su potencial transformador sobre la persona, la escuela y la sociedad.
Sin duda, hablar de proyecto educativo es hablar más de semillas que de frutos, más de siembra que de cosecha; es trazar un rumbo y ponerse a andar.
El objetivo de este documento es trazar ese rumbo definiendo las líneas maestras del proyecto educativo de SM; la utopía que nos convoca en este gran gesto optimista de educar.